Queridos Amigos y Hermanos Maristas:
El
día 2 de abril, sin ninguna alerta
meteorológica, ya que sólo se veía en el horizonte una simple tormenta, se recordaba
el Día del
Veterano y de los Caídos en La Guerra de Malvinas. Se veían niños jugando en las plazas, las familias en
sus hogares y otras que volvían de pasar unos días de descanso.
Más tarde la fuerza de
la lluvia no dejaba distinguir nada hacia afuera, tapando los colores de la
naturaleza. Miré hacia la