miércoles, 27 de mayo de 2015
Frases del Credo Marista que nos invitan a reflexionar:
"Cuando educamos, en lo formal o lo no formal, participamos con otros en la educación y animación pastoral de quienes comparten con nosotros la vida cotidiana."
"El llamado a una presencia más significativa entre los niños y jóvenes, especialmente los más necesitados, los más postergados, los que poseen menos posibilidades de educación"
Esta es una de las obras que sus aportes hacen posible:
Escuelita El Refugio, Barrio Estación, Chajarí, Provincia de Entre Ríos.
Nuestra escuelita cumple más de una década de vida y queremos contar un poquito de su historia. Nació por la inquietud de un grupo de señoras que veían la necesidad de alfabetizar para reinsertar al sistema y dar apoyo escolar a niños de un barrio humilde de nuestra ciudad.
Estos fueron nuestros comienzos, siempre con el lema “Empezamos como se puede, para terminar como se debe”, contando con
martes, 14 de abril de 2015
El CEC “M. Champagnat” es una obra solidaria Marista que se encuentra ubicado en el barrio San Lorenzo de la ciudad de Ldor. Gral. San Martín, Jujuy.
El CEC “M. Champagnat” es una obra solidaria Marista
que se encuentra ubicado en el barrio San Lorenzo de la ciudad de Ldor. Gral.
San Martín, Jujuy.
El barrio está integrado por 750 familias,
muchas de ellas monoparentales que atraviesan diferentes situaciones de
pobreza, con carencias económicas importantes, debido a la desocupación y
a los trabajos temporales que poseen.
También se puede observar un fuerte
componente solidario entre
viernes, 27 de febrero de 2015
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma es un tiempo
de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un
«tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado
antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es
indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por
nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos.
Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser
indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos
sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace
jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias
que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy
relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud
egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal
punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de
un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.
Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las
respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los
desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de
la globalización de la indiferencia.
La indiferencia hacia el
prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por
eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su
voz y nos despiertan.
Dios no es indiferente
al mundo, sino
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